Para evaluar el rendimiento de una tarjeta gráfica, ejecutamos los llamados "benchmarks". Se trata de cálculos especializados realizados por software para evaluar las capacidades de una tarjeta de vídeo. Utilizamos tanto pruebas teóricas o sintéticas (por ejemplo, 3D Mark) como pruebas de juego. Para garantizar resultados comparables, nos aseguramos de que las pruebas se realizan correctamente y de que la tarjeta gráfica y el sistema están en buenas condiciones.